Pasajero
“El sentido de
desarraigo del migrante, del vivir entre mundos,
entre el
pasado perdido y un presente no integrado
es quizás la metáfora más pertinente de esta
condición (pos)moderna”
Iain Chambers
Es imposible pensar
en nuestro país sin que se vengan imágenes de infinitos viajes. Barcos
atiborrados de inmigrantes, ciudades
superpobladas, festival de idiomas y dialectos, un flujo permanente desde el
interior hacia las urbes. Una corona de
puertos y ferrocarriles. Gente llegando de todas partes del mundo. Sedimentaciones
del “nosotros”.
Cielo vainilla
Los domingos como
éste, aun sabiendo que solo existe uno como éste, el gato negro se posa sobre
la columna que hace posible el umbral de casa. La tarde empieza a terminar y la
música del oriente cerca, cerca un concepto y abre múltiples interpretaciones.
Pensando en gerundio, recuperando memorias nunca vividas de algún pariente en
el desierto o en la plaza de Damasco. El jugo que refresca la tarde que muere,
junto con el fin de semana. El patio no es profundo pero también es borrado por
altas torres. Más bien resiste este patio sin parra entrevista. El cielo.
Viajes, migraciones, exilios. Un país signando por estos elementos. Hoy en
2012 hay un millón de inmigrantes en Argentina, que las migraciones sean cosas
del pasado es toda una falacia, ser extranjero en tierra extranjera constituye
una condición típica de la vida contemporánea.
Vos te fuiste a La plata, migraste tras Rocambole, sin
embargo acá estás muy presente. Los compañeros preguntan por vos, las
compañeras, los docentes. Y te apareces cuando prendo la radio, cuando camino
por la que fue tu ciudad.
“Esta ciudad es como una jungla” me decías para ver si me
empezaba cuidar un poco más. Vos escapaste apenas pudiste. Recuerdo esa charla
en la terraza, donde te sugerí que te salves a vos mismo, que huyas.
Creo que si pudiera escribirse una historia, digamos “la
historia” del ser humano, sin dudas seria esa. La historia de alguien que se
va, que se escapa. Y En ese irse se genera eso que también y tan bien describió
Atahualpa Yupanqui en la frase “voy a
adentrar a salir”, para irse hay que entrar en el afuera, espacio metafísico
desconocido por Cronos.
El acto de irse es sin duda una alteración del status quo,
una verdadera mutación.
MUTACIONES
Será lo que le pasó a
Lugones, al genero fantástico, a Buenos Aires?
Al sabath, a Sión, la
medianoche?
A los bancos, al
tango, a los zaguanes?
A las guitarras, la
sal, al general, a los comodines?
Será que hay viento
norte
en todas las
decisiones?
irá sumando muertes
cada cambio caminante?
Será que le pasó a los
dioses, a Kafka, e incluso a la ciencia?
Pasó en Troya, en un
solar de Wall street y también a los cruzados?
Al ábaco, a la
familia, al fuego, a Normandía?
A Isabel, Galileo, el
Mayflower, Caseros, los Kalashnikov?
Será de errante suerte
ser instante que se
viene?
Será cuestión de
verse,
en un espejo varias
veces?
Sera en Barranca Yaco,
Guayaquil, Petesburgo, Pavón y Cepeda?
Serán Los masones, las
gentes de Alcorta, la madera de La santa María?
Será en Liverpool, el
alto Perú, internet, Hiroshima?
Será que el tiempo
viejo
es un giro lento,
será que gira el
trompo
y es un misterio todo
excepto el eje?
Pero volviendo a tu ida y a tu imposibilidad de volver, a tu
imposibilidad de regresar a tu casa, a la experiencia para nada excepcional de
saber que “no hay hogar”, volviendo al punto incomodo, volviendo un poco,
aunque solo sea en el discurso, he pensado mucho en nuestras conversaciones.
Haber (a ver)
hay una oferta
hay pavimento
artículos de
importación
Martínez de hoz
la dictadura
un comercial
una silla
hay un colectivo
una charla
las muchedumbres de
América
una pregunta
hay 2 horas
una chica
una sonrisa
otra pregunta
hay tantas cosas
un asiento
un reloj
muchos sueños
fines de semana y
comienzo de lo mismo
hay Freud y episteme
y 2 tópicos y escribir
para uno
hay de acuerdo a
nuestra forma de pensar
una sola forma de
pensar
habrá héroes, hubo
dioses
hoy: preguntas
hay una mirada puesta
en la nada
silencio
hay una puerta cerrada
temores
1 almanaque
2 facturas
el agua
la muerte
somos millones los que
estamos solos
nos une nuestra
soledad
una cita de
Arendt:"somos iguales en que somos distintos"
la nada.
cursar de noche,
estudiar de noche
discutir de noche
amar de noche
aprender de noche
llorar de noche
soñar de noche.
Recuerdo el relato de tus pesadillas, el sueño recurrente en
el que un otro te dominaba el cuerpo. Entonces tu cuerpo sujetado, tu cuerpo tuyo,
no vos sujetado. Sino el cuerpo que habita el sujeto que sos vos. Esta corporalidad de tu sueño, la persistencia
con que tu espesor de hombre debía defenderse cada noche de ese que era tu
hermano.
De cuando te conté de mi alter ego, de como el par que
forman el recinto de otro sujeto y el sujeto propiamente dicho. Y aquí no me refiero al conde Maximillian que
se medía permanentemente con la gente para comprobar que era más alto. Aquí me
refiero al extranjero. El extranjero y esa incapacidad de tolerar lo diverso,
lo ajeno, lo otro, que no rocían desde todas las direcciones, Las suturas que
generan los discursos y las prácticas.
LA NOCHE
¿Cómo sigue la
historia?
¿Cómo siguen las
historias?
Bajo el las
luminarias,
y el ¡Cámara corre! y
el ¡Acción!,
que es levantarse y
tomar el café
y desplazarse a donde
haya que hacerlo
y después, hacerlo.
Y más tarde, cuando
todo termina
recién ahí, abrir los
ojos.
También recuerdo un abrazo que nunca me diste cuando fui
perdiendo cosas, cuando se fue Don Nicola, otro migrante con el que compartimos
tantas cosas.
Hasta lueguito de Don Nicola
Me voy, me estoy yendo
contento,
me llevo la gorra por
si hay mucho viento.
Guarden los naipes,
porque ya me paro,
Hoy jugué mi última
mano en el boliche de Troncaro,
Sembré esperanzas
verdes en la pampa hermosa
Y coseché miamores de
una eterna Rosa,
Construimos un país
con nuestra grande parentela,
Mi cuerpo trae
cansancio de un millón de tarantelas
Ya Remonté cien
barriletes de colores
y en las veredas supe
meter gambetas,
le he sonreído a un
millón de soles
y arreglé con mucho
amor mil bicicletas.
Hoy me pidieron de
arriba que me vaya al mazo,
Es que vengo con una
vueltita, ese es el trato
Me llevo entonces, con
mi sereno paso
La mirada franca y el
dialecto intacto.
Voy a pasar a
despedirme de Villada,
a ver un tordo, algún
caballo, algún molino,
a los parientes les
diré pongan la pava
y seguiré con mi
paciencia este camino
La última tranquera
estoy cerrando
Ya vi mi cara en el
último espejo,
Me voy pero los
seguiré cuidando:
Llevo mis lentes para
ver de lejos
Ya me voy porque
escuché el ocaso,
Ya madrugué y trabajé
lo suficiente
De esta tierra de
América cultivé un pedazo
Me voy por fin, a ser
de ella para siempre.
De inmigrantes como Don Nicola se formó el sentido nacional
en nuestro país. De la discontinuidad de identidades construimos la identidad
nacional, siendo idénticos a nosotros mismos.
Chupetines (sin métrica)
Una bandera
desgrarrada por el viento,
un perro durmiendo la
siesta; Son formas de lo inevitable.
Cómo un cielo
nublandose lentamente
hasta convertirse en
negra inmensidad.
La lluvia es
inevitable, el tiempo también.
El viento nos
transforma siempre, como a la bandera:
se lleva un pedazo de
nosotros y jamás volvemos a ser los mismos.
Los romanos, los
músicos de jazz y los aztecas lo sabían;
Por eso buscaron
dominar el tiempo, el viento o algo.
Vivir en la frontera
Paradójicamente, en la historia reciente de nuestro país,
miles de integrantes de una generación con una profunda pertenencia de identidad
nacional fueron forzados a exiliarse. Con el regreso de la democracia algunos
volvieron, otros no. En este segundo grupo está Pablo Montero, un historiador y
actor de teatro exiliado por razones políticas. Como si la razón pudiera hacer
otra cosa además de exiliarnos y como si pudiera haber algún exilio que no sea
político.
Después de más de 30 años viviendo en México, Pablo se
considera tan mexicano como argentino, como él hay cientos de personas que
alguna vez fueron argentinos pero que nunca serán mexicanos. Para este tipo de
sujetos que viven en una frontera metafísica, en un impase identitario mientras
residen en México se creó el término “argenmex” que denota tanto su pertenencia
a estos países como la no pertenencia hacia ambos.
Reafirmamos la valoración de Stuart Hall: “el
cuestionamiento y la teorización dela identidad son un asunto de
considerablemente solo será promovido cuando tanto la necesidad como la
imposibilidad de las identidades y la sutura de lo psíquico y lo discursivo en
su constitución se reconozcan de manera plena e inequívoca”.
La Historia de Pablo es la de una generación, en donde la
identidad estuvo presente mucho antes del tema de los desaparecidos. La
identidad estaba antes de las violaciones a los derechos humanos y los bebes
nacidos en cautiverio. Apropiadores, apropiados, hijos de desaparecidos, son un
eslabón más (el más trágico) de una cadena que se tensa en relación a la
identidad.
Pablo Montero tuvo que comerse las páginas de los libros que
tenían su nombre poco antes de enterrarlos cerca del lago san roque en la
provincia de Córdoba. Se fue de argentina en el 1980 luego de recibir un sobre
que contenía fotos tomadas a sus seres queridos a plena luz del día, en la
calle.
La identidad constitutiva de un nosotros por la que peleaban
pablo y sus compañeros del peronismo de izquierda es la misma que se ve
fragmentada en la posmodernidad.
Como si en realidad nada importara
Son los billetes que
me corren por las calles de la mente, monedas de todos los tipos me persiguen incluso
por los callejones neuronales laterales.
- ¡Nos oprimen! -
grita un tipo por la radio, relatando los hechos.
No quiero que me
atrapen, no quiero ir a la escuela, al trabajo, al entierro.
Van cayendo los
cheques sobre el asfalto de las avenidas, en forma de barricadas, corremos
(ahora somos muchos), buscamos amparo detrás de un hospital, nos escurrimos por
debajo de una pared semi-destruida, a punto de caerse.
Hay quienes proponen
refugiarse en los cajeros automáticos, donde podrían recibir alguna ayuda
contraprestación superyóica mediante.
Finalmente decidimos
resistir irracionalmente. Cooperar no se descarta, ni de un lado ni del otro.
El bombardeo de
vencimientos, impuestos y alquileres es un hecho inevitable. Nuestros bunkers
precarios tiemblan pero sobrevivimos.
Oímos pedidos de
ayuda, alguien pasa gritando nombres de personas, otros proponen ideas
inviables, cae la noche.
El pasajero habita ese pasaje, ese intermezzo. Y en eso esta
la mayor parte de la población mundial viviendo un mundo entre mundos, con el
pasaje en la mano.
N.R
ANEXO
“En la bodega de un
barco negrero
las manos vienen
golpeando el suelo.
Las manos golpeando
las manos, golpeando el suelo,
igual que un tambor,
madera y cuero.
Los días pasan y sólo
queda en la oscuridad
memoria del cuero.
En la cubierta de un
barco carguero
vino mi abuelo
salvando el cuero.
mi abuelo vino en un
barco aliado,
cuatro puertos lo
rebotaron.. “
Jorge Drexler – Memoria del cuero (fragmento)
Trabajo Final
Seminario Cultura e
identidad
Año 2012
Docente: Paula
Drenkard
Tema: Frontera,
territorio, identidad y cuerpo.
Nicolás Rufine
Textos de la bibliografía propuesta utilizados:
-
¿Quién necesita identidad? Stuart Hall
-
Migración, cultura, identidad. Iain Chambers
-
Indentidad cultural y diáspora. Stuart Hall
-
Antropología del cuerpo y modernidad. David Le
Breton
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